Usualmente la semilla de una composición futura se manifiesta repentinamente, de la manera más inesperada. Si el suelo es favorable—o sea, si tengo ganas de trabajar, esta semilla echa raíces con una fuerza y velocidad inconcebible, atraviesa el suelo para desarrollarse, y crecen raíces, hojas, ramas y finalmente flores: Esta metáfora es de la única forma que puedo definir el proceso creativo. Todas las dificultades yacen en esto: que la semilla aparezca, y que se encuentre en circunstancias favorables. El resto sucede solo. Sería inútil que intente expresar en palabras la dicha infinita del sentimiento que surge cuando la idea principal ha aparecido, y cuando comienza a tomar formas específicas. Te olvidás de todo, te volvés casi loco, todo en tu interior tiembla y se retuerce, apenas lográs capturar bocetos, una idea tapa a la otra.
Pyotr Ilich Tchaikovsky (Daily Rituals)